Células verdes

Champiñones, ergotioneína y longevidad

De entre más de un centenar de compuestos medidos en el flujo sanguíneo de miles de personas, el más asociado con los índices más bajos de enfermedad y muerte es la ergotioneína. Niveles sanguíneos más altos se relacionaron con un menor riesgo de arteriopatía, apoplejía y muerte por todas las causas combinadas en un periodo de más de 20 años.

La ergotioneína no es un aminoácido común. A pesar de que se descubrió hace más de un siglo, pasó desapercibida hasta hace poco, cuando los investigadores descubrieron que tenemos una proteína transportadora específica en nuestros cuerpos diseñada solo para extraer la ergotioneína de los alimentos y llevarla a los tejidos. Incluso, aumenta justo antes de las comidas. Esto sugiere que la ergotioneína cumple una función fisiológica importante. Sin embargo, ¿cuál es esa función? La pista fue la distribución del tejido. La ergotioneína se concentra en diversas partes del cuerpo donde hay muchos radicales libres, como la lente del ojo, el hígado, los tejidos sensitivos, como la médula ósea y el semen. Los investigadores descubrieron que actúa como un citoprotector (protector celular). Cuando se priva a las células humanas de la ergotioneína, el daño del ADN y la muerte celular se aceleran.

 Ya que solo se consigue en los alimentos, y que existe toxicidad asociada a su disminución, los investigadores de la Universidad Johns Hopkins concluyeron que la ergotioneína “puede representar una nueva vitamina”. Si se la clasificara como tal, sería la primera vitamina nueva desde el descubrimiento de la vitamina B12 en 1948.

 No obstante, las vitaminas tradicionales se caracterizan por provocar enfermedades causadas por una deficiencia alimentaria en un corto período de tiempo. Aún no se identificó ninguna enfermedad carencial específica. Tal vez, las enfermedades por deficiencia están frente a nuestros ojos. Niveles bajos de ergotioneína en sangre se correlacionan con un mayor riesgo de fragilidad, enfermedades cardiovasculares, deterioro cognitivo, demencia y enfermedad de Parkinson. Para describir los nutrientes que pueden no ser esenciales para la vida, pero sí para mantener una salud óptima a largo plazo, el renombrado bioquímico, Bruce Ames, acuño el término “teoría del triaje” y reconoció a la ergotioneína como una posible candidata.

 ¿Cuáles es la mejor fuente alimentaria? No se produce en plantas ni animales; solo en hongos, como los champiñones y ciertas bacterias del suelo. Las plantas pueden extraerla del suelo,

y los animales que se alimentan de ellas también pueden beneficiarse de igual, pero los niveles más altos se han registrado en los champiñones. El cultivo excesivo del suelo, práctica cotidiana en la agricultura moderna, puede alterar la red de micelios, los filamentos de los hongos que transmiten la ergotioneína hacia las raíces de los cultivos. De este modo, los champiñones y el tempeh, un pastel de soja fermentado con hongos, son las únicas fuentes alimenticias
concentradas.

 El shiitake, un champiñon, podría tener niveles de agua comparables a la seta de ostra, alrededor de 5 veces más que los champiñones blancos, pero podrían costar hasta 5 veces más, a menos que los cultives por tu cuenta. Las setas de ostra pueden crecer en menos de dos semanas con kits que solo requieren añadir agua. Sin embargo, los champiñones porcinis son los primeros, lo que explicaría por qué los italianos consumen más de cuatro veces la ingesta promedia de ergotioneína que los estadounidenses. No obstante, comer solo una taza por día de champiñones blancos puede duplicar la concentración de ergotioneína en la sangre.

 La ergotioneína se relaciona con una reducción de la mortalidad, pero también es el metabolito sanguíneo que más se vincula, de manera estrecha, con un “patrón alimenticio saludable”. Así que, solo sería un indicador indirecto de una alimentación más sana. Ten en cuenta que correlación no significa causalidad. En lugar de que los niveles bajos de ergotioneína conduzcan a la enfermedad, tal vez, las enfermedades conducen a niveles más bajos de ergotioneína ¿Qué evidencia tenemos para justificar el consumo de champiñones?

 Los hongos reducirían la arteriosclerosis en ratones alimentados con materia grasa, y las moscas de la fruta alimentadas con un 1 % de dieta de seta de ostra mostraron una ligera pero significativa ventaja en la supervivencia. Además, sospechamos que es la ergotioneína, ya que se administra de manera directa y aún obtienes un efecto de prolongación de la vida. Sin embargo ¿qué evidencia tenemos sobre las personas?

El consumo de champiñones se asocia con un descenso de riesgo de cáncer, impulsado principalmente por la baja tasa de cáncer de mama. Además, la ingesta de champiñones se relaciona con un menor riesgo de mortalidad prematura por todas las causas combinadas. He cubierto ensayos de intervención que demuestran, por ejemplo, que comer unos pocos champiñones al día puede mejorar la función inmunológica. Sin embargo, la ergotioneína puede ser un micronutriente dietético subestimado para un envejecimiento saludable en otros aspectos también.

 Se sabe que la ergotioneína dietética atraviesa la barrera hematoencefálica, ya que se ha encontrado en muestras de líquido cefalorraquídeo humano y en muestras cerebrales post mortem. Esto es por lo que un estudio publicado por la Universidad Nacional de Singapur llevado a cabo sobre 600 personas de más de 60 años, ha demostrado que tomar 300 gramos de setas a la semana reduce en un 50% el riesgo de padecer deterioro cognitivo leve en los ancianos. Además, se demostró en un estudio realizado con más de 10.000 ancianos japoneses que las personas que ingerían champiñones tres o más veces a la semana tenían un riesgo significativamente menor de desarrollar demencia en un periodo de unos seis años.

 En estudios transversales que correlacionaban la ingesta de hongos con un mejor funcionamiento cerebral, los investigadores decidieron evaluarlo al utilizar el champiñón melena de león, la cual es muy popular en la medicina tradicional china. Ensayos aleatorizados, doble ciegos controlados con placebo en personas con función cognitiva normal, con deterioro cognitivo leve y con enfermedad de Alzheimer en fase inicial, se lograron pequeñas mejoras cognitivas o funcionales, tras meses de ingerir de un tercio a una cucharadita diaria de melena de león en polvo, en comparación con placebo.

 Los niveles de ergotioneína en sangre parecen disminuir luego de los 60 años. Se relaciona con el deterioro cognitivo y la fragilidad. No parece deberse a la disminución de ingesta de champiñones al envejecer, así que, quizás, la función del transportador de ergotioneína en la barrera hematoencefálica disminuye con la edad, lo que haría que la ingesta de champiñones sea más beneficiosa mientras envejecemos. Por lo tanto, si tuviera que crear una Docena Diaria del doctor Greger, probablemente agregaría champiñones a la lista.

Noticia original: Nutritionfacts.org

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