Células verdes

Los betaglucanos de la avena eliminan del cuerpo los químicos permanentes

Los betaglucanos, especialmente los provenientes de la avena, han mostrado potencial para ayudar en la reducción de la carga corporal de PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas), que son químicos persistentes y difíciles de eliminar del organismo. Estudios recientes sugieren que la suplementación con betaglucanos puede estimular la eliminación de PFAS a través del tracto digestivo, posiblemente mediante la formación de un gel que facilita la excreción de estas sustancias junto con los ácidos biliares [1], [3].

Además, se ha observado que el consumo de betaglucanos puede influir en procesos metabólicos y de defensa antioxidante que contribuyen a la reducción de estos contaminantes en el cuerpo, mejorando también parámetros relacionados con la salud hepática y lipídica [1].

Aunque la evidencia aún es preliminar y se basa en estudios piloto, los betaglucanos podrían ser una herramienta natural prometedora para apoyar la eliminación de PFAS y otros químicos permanentes del organismo, integrándose bien en un enfoque naturopático y holístico de la salud.

Eliminación de PFAS con betaglucanos

La dosis y seguridad de los betaglucanos para la eliminación de químicos permanentes, como los PFAS, aún están en fase de investigación preliminar, pero se pueden extraer algunas pautas basadas en estudios clínicos y revisiones sobre el uso general de betaglucanos en humanos:

  • Dosis comúnmente estudiada: En estudios clínicos para otros usos (inmunomodulación, salud metabólica), las dosis de betaglucanos suelen oscilar entre 100 mg y 500 mg diarios, administrados por vía oral. Para efectos detoxificantes, algunos estudios piloto han utilizado dosis similares, aunque no hay un consenso definitivo para la eliminación específica de químicos permanentes [1].

  • Seguridad: Los betaglucanos son generalmente bien tolerados, con un perfil de seguridad alto. Los efectos adversos reportados son mínimos y suelen limitarse a molestias gastrointestinales leves (como hinchazón o gases) en algunas personas. No se han reportado toxicidades graves ni interacciones farmacológicas significativas en las dosis estudiadas [1].

  • Recomendaciones para uso clínico:

    • Se recomienda iniciar con dosis bajas para evaluar tolerancia.

    • La suplementación debe ser parte de un enfoque integral que incluya dieta equilibrada, hidratación adecuada y apoyo hepático.

    • En pacientes con condiciones inmunológicas o metabólicas, es prudente supervisar la respuesta clínica y ajustar la dosis.

  • Precauciones:

    • No se recomienda en personas con alergia conocida a fuentes de betaglucanos (como avena o levaduras).

    • En embarazo y lactancia, aunque no hay evidencia de riesgo, se aconseja precaución y consulta médica.

En conclusión, para la eliminación de químicos permanentes con betaglucanos, una dosis oral diaria entre 100-500 mg parece segura y potencialmente efectiva, pero se requiere más investigación clínica específica para establecer protocolos definitivos y optimizados.

Beta-glucans structure and safety evaluation

Para garantizar una ingesta de 500 mg (0,5 g) de betaglucanos a partir de avena entera, considerando un contenido conservador de betaglucanos del 4% en peso en la avena, se necesitarían aproximadamente 12,5 gramos de avena entera diaria.

Este cálculo se basa en que la avena contiene entre 3-7% de betaglucanos, y se ha tomado un valor intermedio conservador para asegurar la dosis [1].

Avena y betaglucanos

El contenido de betaglucanos en el grano entero de avena y en los copos de avena es bastante similar, aunque puede variar ligeramente según el procesamiento y la variedad de avena:

  • Estudios indican que los copos de avena contienen en promedio alrededor de 4.6% de betaglucanos en peso, cifra que es comparable al contenido en el grano entero de avena, que puede variar entre 3% y 7% dependiendo de factores como la variedad y el procesamiento [1], [2].

  • El procesamiento para obtener copos (avena laminada) no elimina significativamente los betaglucanos, ya que estos se encuentran principalmente en la capa de aleurona y el endospermo, que permanecen en los copos [1].

  • Por lo tanto, tanto el grano entero como los copos de avena son buenas fuentes de betaglucanos, y la diferencia en contenido no es clínicamente significativa para la suplementación o consumo dietético.

En resumen, puedes considerar que 100 gramos de copos de avena o de grano entero aportan una cantidad similar de betaglucanos, alrededor de 4-5 gramos, dependiendo de la variedad y origen.

Proceso y contenido de betaglucanos en avena

Otros beneficios para la salud de los betaglucanos.

Los betaglucanos son polisacáridos presentes en alimentos como la avena, cebada y ciertos hongos, que ofrecen múltiples beneficios para la salud, respaldados por evidencia científica actual:

  • Modulación del sistema inmunológico: Los betaglucanos tienen efectos inmunomoduladores, ayudando a fortalecer la respuesta inmune y a proteger contra infecciones, especialmente en las vías respiratorias superiores [1], [5].

  • Reducción del colesterol y salud cardiovascular: El consumo de betaglucanos, especialmente de avena y cebada, contribuye a disminuir los niveles de colesterol LDL y triglicéridos en sangre, lo que favorece la salud cardiovascular [2], [7].

  • Control glucémico y metabolismo: Ayudan a mantener la homeostasis de la glucosa, reduciendo el índice glucémico de las comidas y beneficiando a personas con diabetes tipo 2 y síndrome metabólico [2], [8].

  • Efectos metabólicos y en obesidad: Se ha documentado su papel en la mejora de la resistencia a la insulina, dislipidemia, hipertensión y obesidad, contribuyendo a la salud metabólica [3].

  • Otros beneficios: Incluyen efectos hepatoprotectores, cicatrización de heridas, propiedades antiinflamatorias y potenciales efectos anticancerígenos [1], [4].

En resumen, los betaglucanos son un componente natural con múltiples beneficios para la salud, especialmente en la regulación del sistema inmunológico, la mejora del perfil lipídico, el control glucémico y la salud metabólica, lo que los convierte en un aliado importante en la prevención y manejo de enfermedades crónicas desde un enfoque naturopático.

La cebada como fuente de betaglucanos.

La cebada generalmente contiene más betaglucanos que la avena. Según estudios científicos, el contenido de betaglucanos en la cebada varía entre 5% y 11%, mientras que en la avena suele estar entre 3% y 7%, aunque estos valores pueden depender de factores como la variedad y las condiciones de cultivo [1], [2].

Otro estudio reporta que el contenido de betaglucanos en cebada puede variar entre 2.5% y 5.4%, y en avena entre 2.1% y 3.9% en base a materia seca [3].

En resumen, la cebada suele tener un contenido más alto de betaglucanos que la avena, lo que puede influir en su mayor efecto beneficioso en la salud, especialmente en la reducción del colesterol y el control glucémico.


built with btw btw logo